Deportes Autóctonos

Nuestros juegos y deportes autóctonos, insertados en costumbres ancestrales, han constituido, desde siempre, elementos importantes de divertimento y de relación humana y, en coincidencia, con la especial idiosincrasia y diversidad leonesa, han llegado a nosotros formando núcleos opcionales de diferente connotación.
Y, si bien la constante influencia de la despoblación rural ha incidido negativamente en su desarrollo y práctica, podemos constatar, por las distintas convocatorias deportivas organizadas por la Diputación Provincial, que los juegos y deportes autóctonos permanecen vivos en el espíritu de las gentes de nuestra provincia.

Algunos, como el más distintivo de nuestros deportes autóctonos, la Lucha Leonesa, con infraestructura y reglamento propios, posee importante difusión y futuro prometedor. Otros, como el Bolo Leonés (“Bola cacha”), también reglamentado, cuenta con aceptable promoción y actividad, impulsado tanto por la Delegación Leonesa de bolos como por esta Delegación de Deportes Autóctonos. Sin embargo, otros juegos y deportes, aunque se han encerrado un tanto en su particular independencia, mantienen todavía interesante actividad, programada casi siempre para las fiestas patronales y días festivos notables, de la alta primavera, verano y principios de otoño.

El mapa actual de nuestra provincia respecto a la extensión y práctica de los juegos y deportes autóctonos más populares podríamos describirla de la siguiente forma:

Lucha Leonesa (Aluches): su arraigo principal y solera de luchadores practicantes se extiende por territorio de las montañas nororientales, del curso medio del Bernesga, que incluye a la capital de la provincia, de los ríos Torio, Curueño y Porma, abarcando toda la cuenca del Esla, hasta la población de Mansilla y las tierras del curso alto y medio del Cea.

Bolo Leonés: comparte el territorio de la lucha y proyecta su juego, además, por territorio de las montañas norcentrales y riberas de los ríos Bernesga, Luna, Omaña, parte del curso del Órbigo y, sobre todo, en la ciudad de León.

Tarusa ó Tanga y también Nita, Tanguilla y Tuta. Se juega hoy por tierras de Valencia de Don Juan, Gordoncillo, Matanza… así como en León ciudad, promocionada por diferentes concursos y campeonatos.

Calva: prosigue su actividad por comarcas de La Bañeza, Regueras de Arriba, Soto de la Vega, Santa María del Páramo…

Mazas: juego de práctica habitual en Valdefuentes del Páramo.

Bolo Maragato: juego peculiar de bolos, con algunas variantes, de toda la comarca de la Maragatería (As-torga, Val de San Lorenzo, Santa Colomba de Somoza…).

Bolo Berciano: jugado en toda la comarca de El Bierzo, con distintas modalidades de juego (Oencia, siempre presente en nuestras exhibiciones con sus jugadores, y municipios de Berlanga, Fabero, Villadecanes, Sancedo, Trabadelo, Valle de Finolledo, Ponferrada, Barjas, Balboa, Páramo del Sil, Candín…).

Llave: juego, también de zonas de El Bierzo, presente en fiestas populares (Toreno, Matarrosa del Sil, Ponferrada, Camponaraya, Cacabelos, Villafranca…).

Bolo Riañés: de características similares al Bolo Leonés, con la diferencia de que la bola es redonda. Practicado en la ciudad de León, ‘Peña Las Pintas’, villa de Riaño, pueblo de Las Salas y municipios de Posada de Valdeón y Oseja de Sajambre.

Billar Romano: juego promocionado en nuestras exhibiciones y concursos, en categorías masculina y femenina. Se jugó en los pueblos limítrofes con la provincia de Zamora.

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